Bradbury, Borges y Bowie

Borges y Mister Brad dialogaban en la pantalla de agua, un haz de luz se proyectaba sobre Marte para ver a Bowie cantar Life On Mars?

Borges: Mister Brad, yo hice el prólogo de Crónicas Marcianas, en 1955 para ediciones Minotauro.

Bradbury : le agradezco lo que explicó sobre los viajes imaginarios, la escritura de Luciano en el Siglo II, Ariosto en el XVI en esa época los viajes a la luna era un arquetipo imposible, lo define usted, luego explica Kepler, en el siglo XVII ya eran una posibilidad como para nosotros, sigue con Wilkins que predice que un vehículo nos llevará a la luna y que la luna es un mundo habitable. Cita a Wells en 1909 imagina los primeros hombres en la luna.

Borges : Muchacho de Illinois, en otoño de 1954 puedo ver en sus crónicas marcianas sus largos domingos vacíos, su tedio americano su horror metafísico.

Bradbury : Lo que más me gusta de su prólogo es la posdata de 1974, ahí me da el título de heredero de Poe, de la gran imaginación del Maestro Allan Poe. ¡Infinitas gracias Borges!  En uno de los cuentos de mi libro Más rápido que la luz , vuelvo al pasado para visitar a Allan Poe, Herman Melville y Oscar Wilde para decirles que los quiero y qué hay gente en el futuro, en nuestro tiempo que también los quiere. Ellos están en sus camas y les voy poniendo nuevas ediciones de Moby Dick y le digo : «Herman despierta no has sido olvidado». Lo mismo le digo a Poe tres grandes talentos a los que me siento con la obligación de darles mi amor.

Borges: No tiene que agradecerme he disfrutado leyendo su literatura como he disfrutado La Isla del tesoro y Las mil y una noches, una idea maravillosa, uno vuelve una y otra vez a los libros que ha amado. Es muy hermoso el cuento y la idea de agradecer a Poe que escribió en el frío, la pobreza, sin ser reconocido en su época. Siempre el futuro siempre te regala otros finales. El futuro y las ficciones.

Bradbury: los libros son niños que podemos sostener, son amigos que podemos tocar, probar, oler.

Mister Brad se volvió a los espectadores y los aconsejó «entren en las bibliotecas es mejor que entrar a internet. Yo no pude estudiar pero vivía en las bibliotecas, de allí es todo mi saber».

Julia volvió recordó que su abuela le contó que leyó todos los libros en la biblioteca popular, cuando pudo comprárselos convirtió la casa en una Biblioteca.

Bradbury miró a todos y les habló a los ojos : ahora estoy en mi sueño respiro en el agua, siempre quise los océanos y todos los seres que lo habitan, como quise a la luna.

Salto 8 de Rayuela de Cefalópodos del cuento Julia y el Argonauta de Papel

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